Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Santo Sepulcro
La compañía de los caballeros armados, popularmente conocidos como "armaos"
Los "armaos"
En 1765 se formó en Totana la compañía de caballeros "armaos"
Relación de los primeros veinte "armaos" de Totana: D. Alfonso Ramón Cánovas, promotor y ayudante; D. José Fernández Ramos, capitán; D. Ginés Muñoz Cánovas, teniente; D. Luis Martínez Salas, alférez; D. Juan Martínez de la Fuente, cabo; D. Ramón Carlos Aledo; D. Alonso Martínez Martínez; D. Cristóbal de Mora Mora; D.Juan Antonio de Mora Mora; D. José García Ergeta, cabo; D. Francisco Martínez Salas; D. Bartolomé de Cánovas de la Fuente; D. Diego Camacho Cánovas; D. Gonzalo Martínez Muñoz; D. Francisco Martínez Rodríguez, cabo; D. José Martínez de la Fuente; D. Roque Martínez Muñoz; D. Roque Muñoz Ramos; D. Gonzalo de Cánovas Muñoz; y D. Cristóbal de Cánovas Cánovas.
No sabemos en qué momento comenzaron a acompañar a la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, pero debió ser en fecha temprana pues esta tradición es de hondo calado en Totana, así lo confirman varios testimonios del siglo XIX. Sabemos que también asistían a los oficios de Jueves Santo. 
Los "armaos" tenían por costumbre acompañar a otros pasos en su traslado al Templo de Santiago en la tarde-noche de Miércoles Santo.
La Hermandad de Nuestro Padre Jesús les facilitaba la indumentaria y se preocupaba de su mantenimiento, como también de la bandera, tambores y demás elementos identificativos.
La compañía de "armaos" está integrada en la actualidad por más de cincuenta componentes, distribuidos en cinco "cuartas" que en la procesión se resuelve de este modo, abre el cortejo el jefe de los "armaos" con 9 o 10 tambores. Después cinco "cuartas", formadas por un jefe y cuatro "armaos". 
La "cuarta" número cuatro acompaña directamente al trono, a esta se la conoce como "la cuarta de Jesús"
Después se sitúa la bandera, escoltada por dos jefes.
Los jefes llevan espada y morrión con tres flores, el resto de los "armaos" desfilan con pica y con morrión de una flor.
Visten una singular indumentaria consistente en sandalia de cuero de características romanas, calceta de algodón, pantalón bombacho rojo, casaca de tonalidades marrones, capa roja, peto metálico y morrión de igual material y adornado con penacho de plumas y flores.
A lo largo de su trayecto desarrollan una serie de movimientos que con ritmo acompasado se lo ofrecen a sus titulares. Destacan por su expresividad, belleza y armonía la "Puntoná" y la "Rueda del Caracol". La primera de ellas se realiza durante el trayecto de la procesión para expresar la sumisión, el respeto y la entrega del poder terrenal a la sublime grandeza del amor de Dios. La segunda se ejecuta en momentos externos a la procesión.
